
por Angel Jumenez
AP
Estaba contando los días para el vuelo de vuelta de San Francisco a Nueva York. Lo estoy haciendo con Virgin America, una de las primeras compañías en instalar Internet a bordo de la mayoría de los aviones. Este es, de hecho, mi primer post desde el aire.
La conexión cuesta unos 13 dólares y tiene una velocidad parecida a la de un ADSL básico. Es caro para cuatro horas de conexión pero se ofrece también la posibilidad de contratar un pase mensual de 30 dólares para viajeros frecuentes. El servicio, además, lo provee una tercera compañía, GoGo, que sirve también a otras líneas aéreas, así que la inversión es útil incluso si no se viaja con Virgin todo el tiempo. Realmente cambia la experiencia de volar, es terriblemente aburrido sentarse en el asiento y aunque la cosa ha mejorado bastante desde que viajo con el portátil, siempre me da rabia lo limitado que resulta no poder acceder al correo electrónico o trabajar con normalidad.
Virgin tiene además una buena selección de películas y canales de televisión en directo en la pantalla personal de cada cliente —creo que son unas 8 o 9 pulgadas en formato panorámico- y enchufes para el portátil. También hay una sala de chat a bordo en la que pueden participar todos los pasajeros y un sistema de mensajería instantánea de asiento a asiento.
Y eso es todo, me vuelvo a la película .

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