Montan un parque temático al más puro estilo "Counter Strike"

El grupo constructor chino Baoshan ha montado un parque temático sobre la guerra en la provincia suroriental de Sichuan, en la zona afectada por el gran terremoto de mayo pasado, que causó más de 87.000 muertos y desaparecidos.

AGENCIAS
Según publicó el periódico oficial 'China Daily', el paisaje devastado era perfecto -para recrear la base militar del conocido videojuego de acción 'Counter Strike'- y sólo tuvieron que añadir las herramientas y delimitar el campo de batalla.

Se trata de más de seis hectáreas de entretenimiento en la ciudad de Pengzhou, donde los clientes llevan punteros láser y receptores por todo el cuerpo para luchar contra los "amigos enemigos", a imagen del popular 'paint-ball' (batalla con bolas de pintura).

Por 180 yuanes por persona (21 euros), el visitante puede disfrutar del campo de batalla, situado a 80 kilómetros de Chengdu, la capital provincial.

La iniciativa ha levantado polvareda en los foros de Internet chinos, donde abundan los comentarios negativos, que la califican de una "falta de respeto a los muertos".

"¿Cómo reaccionarían los estadounidenses si alguien construyera un parque recreativo en la Zona Cero?", se preguntaba un internauta chino en el portal Sina.com.

La mayoría de usuarios (el 69%, según la encuesta de la propia web) están en contra de la ubicación del parque en la zona afectada por el terremoto.

No obstante, el gerente del grupo constructor del parque, Dai Jun, mantiene que la zona donde se erige el parque "no son ruinas del terremoto".

"Este lugar era un campo con algunas naves. No había casas y nadie falleció realmente en este sitio. El área residencial más próxima está a cientos de metros", agregó. Dai agregó que las ondulaciones del terreno causadas por el seísmo lo convertían en "un paisaje muy apropiado para un campo de guerra".

"Los espíritus de las víctimas del terremoto desearían una vida feliz y prosperidad económica para quienes sobrevivieron", zanjó el empresario.

El terremoto de Sichuan, de 8,0 grados en la escala de Richter, fue el peor y más mortal de las últimas tres décadas en el gigante asiático.