Everest/EFE
Tenemos en la cabeza la forma geométrica del planeta azul, pero no vemos tan claro su perfil. Muchos de los puntos más altos, bajos y profundos nos suenan solo de oídas. Aparte de redonda, ¿cómo es La Tierra?
Seguramente en casa hay colgado un mapamundi que nos ayuda a situarnos en el lugar en el que vivimos. Lamentablemente, se trata de una representación plana de la realidad, que deja alturas y profundidades en un lugar secundario. Para hacerse una idea más clara conviene echar un vistazo a estos datos sobre nuestro planeta. ¿Se anima algún tour operador a organizar “La ruta de los extremos” para turistas insaciables?
El punto más alto
Sin duda es también el más conocido. Se trata del Monte Everest, con casi nueve kilómetros de altitud. La medida más universalmente aceptada es 8.884 metros. Se encuentra en la frontera de China y Nepal. También se le conoce como Monte Chomolungma o Sagarmatha.
El lugar más bajo
¿Dónde está el subsuelo más profundo? En el abismo Challenger. Está situado en el final sur de la Fosa de las Marianas. Obtuvo su nombre gracias a su descubridor: el barco de la marina Real Británica HMS Challenger, que documentó este misterioso lugar en el año 1875.
El “Nocéano”
Tiene que ver con el llamado polo de inaccesibilidad eurasiático, lugar que se encuentra a mayor distancia de cualquier línea de costa. Se trata del punto que algunos llaman “Nocéano”. Aunque hay discusiones técnicas, este sitio se ubica en el Desierto de Dzoosoton Elisen, en la provincia de Xinjiang (China). El mar más cercano está a 2.648 kilómetros.
El Punto Nemo
Contrario al punto anterior, se trata del lugar del océano más alejado de la tierra firme. Está en el sur del Pacífico, a 2.688 kilómetros de la isla Ducie. Mirando un mapamundi convencional, se puede buscar en el extremo inferior izquierdo, cerca del Cono sur latinoamericano.
El centro de la tierra
No se parece nada al parque jurásico que imaginó Julio Verne en su famosa novela. Según recientes investigaciones de la NASA, sobre el año 2007, no se trata de un punto inmóvil, sino de una masa que se desplaza un milímetro al año. Los informes de Donald Aarhus han hecho que los cálculos sean más precisos, lo que ayudará a calibrar mejor el nivel de crecida de aguas por efecto del cambio climático.
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