Una mujer con una niña camina por la ciudad devastada de Ufanato, al norte del país. | AP
El desastre provocado en Japón por el devastador seísmo ha afectado gravemente a las principales industrias del país, entre ellas, la tecnológica, en la que el país figura como el primer productor mundial.
Alrededor del 10% de la producción industrial del país ha quedado paralizada, según los datos de Citi, que prevé, como el banco japonés Nomura, que el seísmo retrasará la recuperación la economía nipona, afectada también por la crisis financiera.
La entidad cree que el país podría entrar de nuevo en recesión en la primera mitad de este año aunque la reconstrucción, cuyo coste podría ser de 120.000 millones de euros según algunos expertos, debería permitir un impulso al tercer trimestre.
Con los puertos y aeropuertos cerrados o destruidos, la actividad en la mayoría de las fábricas está detenida y los canales de logística paralizados. Además, el desastre ya está teniendo un efecto significativo en la actividad económica de otros países, ya que Japón aporta el 40% de los componentes electrónicos en todo el mundo.
Industria de los chips
Los dos buques insignia tecnológicos de Japón, Sony y Panasonic, se han desplomado más de un 11% en Bolsa en estos días. Su producción, además, está seriamente afectada.Los componentes electrónicos, indispensables en muchas industrias como la automovilística o aeronáutica, están llegando con cuentagotas. La falta de piezas podría elevar los precios o retrasar la producción, según algunos expertos consultados por Reuters.
Sector informático
Japón es también el primer país fabricante de memoria para ordenadores. Aquí destaca principalmente Toshiba, que ha desarrollado recientemente un tipo de memoria flash llamado Nand.El precio de 32-gigabit Nand ya ha subido un 18%, según Afp, después del anuncio del cierre de la planta en este grupo en la región de Iwate.
Aunque la fábrica de Toshiba no parece haber sufrido daños mayores, los directivos aún están tratando de evaluar la situación, por temor a los efectos de las réplicas del terremoto. En Toshiba no confirman cuándo se reanudará la producción.
Cierre de fábricas
Ninguna empresa ha sido capaz de salir indemne del desastre. Sony ha detenido o reducido la producción en ocho sitios tras la evaluación de daños y en muchas fábricas sigue esperando el regreso de la electricidad. Panasonic, Fuji, Nikon y Canon también han cerrado todas sus fábricas en las zonas afectadas por el terremoto y el tsunami, lo que dificulta la producción de cámaras digitales y lentes.
Toyota, el fabricante automovilístico más importante del mundo, ha detenido la producción en todas las plantas.
El fabricante de aviones estadounidense Boeing, que tiene una fábrica en Japón, aún está evaluando el impacto del desastre, pero teme problemas de abastecimiento si la crisis se prolonga durante varias semanas.
Telecomunicaciones
La compañía de telecomunicaciones nipona NTT Communications (NTT Com) ha visto interrumpidos algunos de sus servicios, sobre todo en las regiones de Tohoku y Kanto, epicentrod el seísmo.
Los servicios empresariales IP-VPN y e-VLAN han estado parcialmente no disponibles en la región de Tohoku. La compañía está realizando "todos los esfuerzos" para conseguir restaurar todos estos servicios de forma completa, ha dicho en un comunicado.
Los cables submarinos que conectan Japón con Estados Unidos y otras partes de Asia se han visto dañados en parte, pero la compañía está utilizando las rutas de cables de apoyo para mantener el servicio sin interrupciones.
El Nikkei sigue en caída libre
Mientras, el principal índice de la Bolsa de Tokio, el Nikkei, ha vuelto a desplomarse más de un 10%, a consecuencia de la creciente preocupación por los efectos económicos del terremoto y del tsunami.
El Nikkei, que agrupa los 225 principales valores nipones, perdió 1.105,34 puntos, un 10,55%, para cerrar en 8.605,15 unidades. El Topix, más amplio, cedió 80,23 puntos, un 9,47%, para ubicarse al final de la jornada en 766,73 enteros.
Tanto el Nikkei como el Topix llegaron a caer un 14% durante la sesión del martes.
En un intento de devolver la calma a los mercados, el banco central de Japón decidió aumentar sus inyecciones financieras y puso este martes a disposición otros 61.000 millones de dólares en concepto de liquidez de emergencia.
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