La Universidad de Sao Paulo (USP) anunció un proyecto de 20 millones de reales (unos 8,3 millones de dólares) para construir el primer edificio ambientalmente sostenible e inteligente de Brasil.
AGENCIA XINHUA
La edificación, que producirá el 100 por ciento de la energía que consuma y aprovechará la energía solar y el agua de lluvia, será la futura sede de la Red Temática sobre Cambios Globales, del Centro de Ciencias de la Tierra y del Ambiente, y del Laboratorio de Modelos de Sustentabilidad de Construcciones.
El proyecto, lanzado este viernes en una ceremonia en la rectoría de la universidad, fue desarrollado por el Centro de Estudios de Clima y Ambientes Sustentables (CECAS).
La edificación será construida en tres años dentro de la Ciudad Universitaria de la USP.
El predio tendrá consumo energético externo cero y su construcción tendrá un impacto ambiental mínimo, según la USP.
El proyecto fue desarrollado por docentes de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la USP y por el Instituto de Astronomía, Geofísica y Ciencias Atmosféricas de la misma universidad.
"El reconocimiento de la universidad a la iniciativa se traduce no sólo en apoyo, sino también en la concesión de recursos", aseguró la rectora de la USP, Suely Vilela, al anunciar durante la ceremonia que la universidad aportará los primeros 5 millones de reales (2,1 millones de dólares) del proyecto.
"Un centro de esa naturaleza es aún más convincente en su capacidad de transformarse en algo muy exitoso si incluye una edificación modelo de concepción innovadora", aseguró la rectora.
Según el director del proyecto, Marcelo Romero, que es subdirector de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, los recursos naturales, como la luz natural, el calor, la lluvia y los vientos, serán totalmente utilizados antes de que se piense en alguna tecnología que pueda ser introducida en el predio.
"Antes de colocar un sensor, un cable o una bombilla, intentaremos agotar los recursos del clima de Sao Paulo, de la amplitud térmica durante el día, de las temperaturas más frescas en la noche y de la iluminación natural. La luz natural tiene una calidad mucho mejor que la iluminación artificial", según Romero.
La edificación fue separada en tres bloques diferentes con el fin de que las salas más externas puedan aprovechar la luz del día de la mejor forma posible.
En cuanto a la ventilación, durante la noche, cuando la temperatura de la ciudad se reduce, las ventanas serán abiertas y se permitirá la libre circulación de aire en todo el edificio. En el día funcionará un sistema de enfriamiento de bajo consumo que será alimentado con los paneles solares del edificio.
El proyecto también prevé la instalación de persianas externas para evitar la entrada de radiación solar y mantener la refrigeración durante el día.
"Las persianas internas comunes no funcionan muy bien para mantener frío un ambiente, ya que permiten la entrada de la radiación. Las mejores persianas son las que pueden instalarse fuera de la construcción", agregó Romero.
La edificación será totalmente automatizada y contará con diferentes sensores, entre ellos, los que miden la temperatura y apagan la refrigeración en caso de que el ambiente esté muy frío.
Sensores de luz permitirán que las persianas se abran o se cierren dependiendo de la trayectoria del sol y de la incidencia de sus rayos.
La electricidad que demande el predio será generada por paneles solares fijos y móviles. Estos últimos, instalados en el techo de la edificación, se comportarán como girasoles, y se inclinarán según el movimiento del sol para aprovechar mejor la energía.
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