Presentación del Helios Cousteau. | Ical
Abierto para que el público pueda realizar viajes turísticos y didácticos
Un catamarán con un coste superior al millón de euros
El primer barco del mundo propulsado exclusivamente por energía solar y eólica surca ya con todos los beneplácitos las aguas del lago de Sanabria, en el noroeste de la provincia de Zamora. A partir de la mañana, tras la inauguración oficial celebrada este lunes, está abierto para que el público pueda realizar viajes turísticos y didácticos a través de las aguas del mayor lago glaciar de España.
El barco, un catamarán con un coste superior al millón de euros, es un nuevo proyecto de la Estación Biológica Internacional y forma parte de la Red Europea de Observatorios de la Biodiversidad Acuática.
La embarcación tiene una dimensión turística y didáctica porque permite recorrer las 318 hectáreas de superficie del lago de Sanabria desembarcando en determinados parajes sin necesidad siquiera de utilizar cualquier otra infraestructura, e incluso de adentrarse a través de cámaras subacuáticas en los 51 metros de profundidad que alcanzan sus aguas.
Según explicó el director de la estación biológica internacional, David Salvador, dispone de un ascensor en la zona de popa para facilitar la práctica del buceo y el acceso de personas con movilidad reducida.
Las cifras que hay en torno al barco son reveladoras: capacidad para 80 personas, seis metros de manga y 19 de eslora, 20 paneles solares semitransparentes y cuatro molinos eólicos. El catamarán, rebautizado como Helios-Sanabria, es cien por cien ecológico, como se encargan de recordar sus promotores, lo que significa que carece de emisiones, residuos, efluentes y "cero decibelios sobre la tasa de ruido ambiente", apostilla.
Es difícil realizar previsiones sobre la aceptación del barco, aunque el director de la estación biológica internacional trabaja con la experiencia previa del barco que funciona en los Arribes del Duero, en la zona de Miranda do Douro. El barco ecológico de Arribes genera a su alrededor una actividad de más de dos millones de euros y repercute sobre la economía de más de un centenar de familias. De los 200.000 visitantes que cada año se acercan a los Arribes del Duero, al menos 60.000 hacen uso de la embarcación. No sería descabellado trasladar estas cifras al barco del lago de Sanabria en un futuro, apunta David Salvador, para ofrecer un servicio a los más de 740.000 visitantes que se acercaron al parque natural del lago de Sanabria en 2009, según los datos de la Junta de Castilla y León. Además, añade, se pretende que sea un atractivo que podría contribuir a desestacionalizar el turismo, atrayendo visitantes al lago también durante los meses de invierno.
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